De hecho, ¿qué podría hacer cualquiera, salvo rezar?
Yo no rezo, por supuesto. ¿A qué rezaría alguien como yo, y por qué iba a escucharme? Y si
descubría Algo, fuera lo que fuera, ¿cómo evitaría que se riera de mí o me lanzara un rayo a la garganta?
Habría sido muy consolador ser capaz de acudir a una fuerza superior, pero yo sólo conocía un poder
superior. Y aunque fuera fuerte, veloz y listo, un especialista en deslizarse con sigilo a través del paisaje
nocturno, ¿bastaría con tener de mi parte al Oscuro Pasajero?
Jeff Lindsay,Dearly Devoted Dexter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario