El Dragón Rojo

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domingo, 12 de abril de 2015

The Hobbit: The Desolation of Smaug

                                   Despertó


Segunda parte de ésta trilogía precuela. Y cada vez que sigo, sigue gustandome todo esto, pero no puedo evitar tener la sensación de que están alargando demasiado las cosas. Para empezar, la primera parte y la segunda, son aparentemente solo películas que sirven para prepararte para la tercer y final parte. En mi opinión debería quizá ser una sola película de 3 horas, mas simple. El viaje hasta el hogar del Smaug se hace cada vez más largo, y parece que jamás va a terminar. 
Pero tampoco creo que eso quite que es una buena y entretenida película. Los efectos especiales son espectaculares pero personalmente preferiría ver un poco menos de ellos. A veces son simplemente irritantes, y a veces son muy buenos, cómo por ejemplo la imagen que seleccioné para encabezar mi "especie de reseña".
En definitiva la primer y segunda parte son una larga aventura, demasiado larga, en la que vemos a Bilbo conseguir valor, y empezar a vivir la vida de Hobbit que estaba "destinado" a tener. 
Así cómo en la primera parte teníamos a Gandalf salvando las papas en todo momento y apareciendo en el momento más convenientemente adecuado, ahora tenemos a Bilbo haciendo lo mismo. Solo que es más comprensible por el hecho de que tiene el anillo.
Después de un agotador y esperanzador viaje para llegar al castillo, todos los enanos se rinden al no encontrar el lugar para poner la llave. Thorin, quien estaba tan convencido de poder lograr su cometido, después de defender su cruzada a muerte, simplemente se rinde así de fácil.
Continuando con las cosas que no he disfrutado tanto, está el romance super forzado entre Kili y Tauriel.
Es realmente, demasiado forzado. 
Kili es incrustado con una flecha de los orcos envenenada, y el veneno parece recién a empezar a ser grave, muchísimo tiempo después, dándole tiempo de sobra a Tauriel para llegar y salvarlo. Y para terminar con eso, hay demasiados movimientos y golpes efectuados por los enanos que son muy poco creíbles, lo que hace que yo personalmente pierda interés. 
Concluyendo con la parte mala, iré a lo que si he disfrutado. 
En comparación con la primer parte, está ha sido bastante mejor. Más entretenida y con un ritmo que permite seguirle más la corriente. 
Justo cuando parece que todo está cayendo en picada, aparece el Smaug y sus escenas de cara a cara con Bilbo, simplemente escenas geniales. No solo por el hecho de que son Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, bueno en realidad puede que si sea por eso. 
Finalmente he llegado al final de la ruta que me deja en el destino determinante. La ultima parte de ésta trilogía entretenida ha llegado. Finalizamos con el Smaug a punto de repetir la historia que lo dejó en el lugar que lo dejó. El único aparente fina es que el hijo de Bardo le clave la flecha negra y reivindique el honor de su familia.
En fin, espero que la ultima parte sea una buena película, mejor, y que hayan puesto en la mesa todas las cartas que habían escondido, o mostrado de a poco, en las anteriores dos partes.

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